Festival de música vallenata en guitarra
Creación Codacense orgullo Cesarense para la Nación
Prospectívica creación de Quintero Armando León
Ventana dilatada de expresión, haciendo honor al folclor
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Es una estrofa de mi canción alegórica
a nuestra cultura, y a un personaje, caro a mis afectos, que dedicó su vida
creativa a impulsar, de buena gana, una de las actividades en que mejor se
desempeñaba: El Folclor. Y en él, las dilectas composiciones con que muchos
eternizaron recuerdos y exaltaron orgullo, sobre todo el de aquellos que
conocimos las historias que las motivaban. Fue un folclorista de gran mundo.
Cuando otrora las relaciones
con los grandes maestros de la música, y con el acetato, eran casi impensables
y por consiguiente raras en nuestro
entorno, ya Armando era entrañable de Lucho Bermúdez y Pacho Galán, de Escalona
y Calixto, de Alfredo Gutiérrez, de Zuleta y Diomedes. Y en el medio, cuando el
vallenato se asomaba al mundo y se proyectaba como deleitador de momentos inenarrables
e inolvidables, sentado a manteles con organizadores, creadores y fundadores,
dejó sentir su opinión. Matizo con parrandas las grandes esferas de la música y
el canto desde las poltronas de Sayco en la costa caribe, cuando Barranquilla
lo acogió con generosidad y respeto. Y sembró con la historia recreada de
Agapito Contreras, sus perros y su guitarra en tardes nostálgicas y noches de
soledad a la vera del magiriaimo, la inquietante semilla de armarle (por lo de
Armando) a su terruño, un escenario propicio para cultivar en él las
inquietudes musicales de tantos jóvenes, y viejos donde ya, se atisban logros extraídos
de la organización FESTIVAL DE MUSICA VALLENATA EN GUITARRA; satisfacciones y
proyectos de vida, que hoy testimoniamos con nuestros músicos engalanando
tarimas y escenarios de la geografía nacional y parte del mundo. Primo hermano,
ese fue para mí, uno de sus más significativos legados. Su hija Soledad, la que
lleva el nombre de los momentos más característicos de su vida, la soledad, que
me consta, lo quiso entrañablemente, se quedó como muchos de sus amigos sin
entender las sin razones de su voluntario aislamiento. Yo creo que usted extraía
de allí, notas y frases inspiradas e inspiradoras, para acrecentar su
repertorio y aditar a sus hermosas y vigentes creaciones la inmensa
sensibilidad que tributó a la amistad. Desconozco si sus oros ocho hijos
tuvieron la fortuna de deleitarse con su inolvidable compañía como lo hacíamos
imperdiblemente un grupo de amigos en tardes y noches de festival. Descansa en
paz querido amigo. Siempre a la diestra de DIOS primo hermano. Paz fortaleza a
sus deudos.
EDISON TOMÁS RODRÍGUEZ CHINCHÍA
Codazzi, mayo 18 de 2016